jueves, 27 de junio de 2013

Comunicados Militares 4 y 7 texto completo del nº 7 del "FEBRERO Amargo" de 1973

Comunicado número 7 Los mandos militares conjuntos del Ejército y la Fuerza Aérea dieron en el día de ayer a conocimiento del pueblo de la República el comunicado número 4/73, que sintetiza, en un primer documento, lo que constituye, hasta este momento, el pensamiento claro y la posición concreta adoptada por las Fuerzas Armadas, ante diversos problemas que afectan a la realidad actual y particular del Uruguay. A dicha posición se ha llegado luego de meditados estudios y análisis pormenorizados de cada uno de los temas considerados oportunamente, a nivel de los órganos militares de asesoramiento y planificación.
Entienden conveniente ahora efectuar las siguientes precisiones:
1º. Aunque resulte obvio señalarlo, los diferentes campos de la problemática nacional en que se advierten situaciones conflictivas de gravedad variable, abarcan problemas, en algunos casos, más amplios y diversos que los diecinueve objetivos ya considerados en el mencionado comunicado. Éstos también exigen adoptar, de acuerdo con un orden prioritario de urgencia, las soluciones más adecuadas a la situación actual del país.
2º. Puede entonces pensarse que el documento considerado ha sido insuficiente, por lo parcial, e inadecuado, por lo limitado de los objetivos allí establecidos. Tal pensamiento, básicamente, debe ser compartido por todos los ciudadanos por ser estrictamente cierto. Indudablemente ello tiene una explicación clara y lógica que se desea precisar para que sea totalmente comprendida.
3º. Existen objetivos básicos permanentes, de gran alcance, que son igualmente deseados por todos los uruguayos y que sólo admiten pequeñas variantes en la estrategia a seguir para alcanzar su plena satisfacción, por lo que aún, a pesar de ser de importancia fundamental, se creyó innecesario provisoriamente incluirlos en el documento.
4º. Tal el caso, por ejemplo, de la preservación de la soberanía y la seguridad del Estado, que a su indiscutible y singular vigencia permanente, une la condición de ser unánimemente procurada y deseada por todos los orientales. Quede, sin embargo, perfectamente establecido que ese punto, para las Fuerzas Armadas, invariablemente ha sido y será, con el mayor fervor, determinación y empeño, motivo esencial de su existencia y causa de sus mayores desvelos. Para ello, hasta sus últimas consecuencias, habrán de exigir de todos los orientales, en la medida de la responsabilidad individual de cada uno, no sólo la defensa territorial de la patria, sino también, y muy especialmente, la de su más absoluta libertad de decisión. Ésta deberá ejercerse tanto en los asuntos internos del Estado como en los variados problemas de las relaciones internacionales, sin otra limitación que las libremente aceptadas en convenios suscritos por propia voluntad.
5º. No han pasado tampoco inadvertidos, ni fue descartada su consideración, ninguno de los problemas esenciales de la actual coyuntura nacional, porque como es lógico, quienes se encuentran profundamente preocupados por el futuro del país no pueden descuidar, entre otros, algunos objetivos básicos de evolución tales como:
a) Desarrollo energético.
b) Desarrollo de vías de comunicación y transporte.
c) Modernización, tecnificación y adecuación de la enseñanza a las reales necesidades que exige el desarrollo nacional.
d) Establecer una política de precios y salarios que asegure el mantenimiento del poder adquisitivo a todos los niveles, sin afectar la producción.
e) Garantizar a todos los habitantes del país la más alta calidad de asistencia médica, cualquiera que sea su capacidad económica.
f) Fomento de la descentralización procurando radicar en el Interior la mayor cantidad posible de empresas y servicios. Estos objetivos no fueron incluidos en el documento, sin embargo, por encontrarse aún en etapas de estudio y análisis, que habrán de exigir todavía un proceso de elaboración, antes de que se llegue a adoptar una posición definitiva.
6º. Por último, se considera imprescindible establecer que las Fuerzas Armadas no se adhieren ni ajustan sus esquemas mentales a ninguna filosofía política partidaria determinada, sino que pretenden adecuar su pensamiento y orientar sus acciones según la concepción propia y original de un Uruguay ideal, meta inalcanzable pero intensamente deseada, ya que ofrecería el mayor bienestar y felicidad para todos sus hijos.
Este concepto se complementa con la aspiración de crear y consolidar en la totalidad de los uruguayos la "mística de la orientalidad", que consiste en la recuperación de los grandes valores morales de aquellos que forjaron nuestra nacionalidad y cuyas facetas básicas son: el patriotismo, la austeridad, el desinterés, la generosidad, la honradez, la abnegación y la firmeza de carácter. Ello facilitaría que fuera realidad el reencuentro de los orientales, permitiendo que la República se proyecte hacia la consecución de sus más elevados destinos. 

Comunicados Militares 4 y 7 texto completo del nº 4 del "FEBRERO Amargo" de 1973

Comunicado número 4 Los mandos militares conjuntos del Ejército y la Fuerza Aérea, ante la crisis que afecta al país y a los efectos de despejar hasta la última duda que pueda existir en el espíritu de todos los uruguayos sobre las causas que la han ocasionado, sienten el deber moral de informar lo siguiente:
1º. Si bien se ha manifestado la solicitud al señor presidente de la República de que disponga el relevo y se ha declarado la decisión de desconocer la autoridad del señor ministro de Defensa Nacional, se expresa con la más absoluta lealtad hacia el pueblo y sus autoridades nacionales que dicha posición no obedece a que se cuestione la persona misma del mencionado jerarca, sino lo que él representa y las graves consecuencias que derivarían del ejercicio de su cargo.
2º. Inmediatamente de asumido su cargo, el actual ministro puso de manifiesto encontrarse empeñado en cumplir la tarea de impedir mediante la desarticulización de los mandos, que las Fuerzas Armadas cumplieran con la misión de alcanzar los objetivos que se han impuesto, de restablecer el orden interno y brindar seguridad al desarrollo nacional en procura del bienestar general dentro del sistema democrático republicano de acuerdo con la filosofía actual de las Fuerzas Armadas.
3º. En consecuencia, es preciso establecer inequívocamente cuáles son los objetivos propuestos y qué metas se aspiran alcanzar para determinar enseguida, con diáfana claridad, las intenciones y propósitos que guiaron en los últimos tiempos los procedimientos a que se ajustó la conducta de las Fuerzas Armadas y que son, sin duda, la causa principal y motivo de la designación cuestionada adoptada, según se entiende, en un claro pero imposible intento de cerrar para siempre los nuevos caminos emprendidos, los que enseñaron una nueva mentalidad que fuera avalada por el señor presidente en múltiples ocasiones, a través de la aceptación de exposiciones verbales y documentos que le presentara, oportunamente, la Junta de Comandantes en Jefe.
4º. Los integrantes de las Fuerzas Armadas, a todos los niveles, tomaron conciencia plena de la problemática que afecta al país, a través de su especial participación en el quehacer nacional ocurrida en el último año y han valorado la gravedad de la situación, la que exige una reacción firme, con la participación honesta de todos los sectores del pueblo uruguayo, porque en su defecto, irremediablemente se llegará al caos total.
5º. Se han planteado entonces, procurar alcanzar o impulsar la obtención de los siguientes objetivos:
a) Establecer normas que incentiven la exportación, estimulando a los productores cuya eficiencia y nivel de calidad permitan colocar la mercadería en plazas del exterior a precios competitivos.
b) Reorganización del servicio exterior, adjudicando los hombres más capaces a aquellos destinos diplomáticos en los que una gestión inteligente, dinámica y audaz, permita al país obtener beneficios económicos crecientes, dando prioridad en su gestión al intercambio comercial exportador. Velar porque sólo sean designados en representación de la República, a todos los niveles, personas que procedan no sólo con entusiasmo y dedicación, sino que ostenten una moral acrisolada, indispensable para actuar con dignidad en su nombre.
c) Eliminar la deuda externa opresiva, mediante la contención de todos aquellos gastos de carácter superfluo, comenzando por la reducción de todos los viajes al exterior de funcionarios públicos de cualquier índole, salvo que aquéllos sean absolutamente indispensables, y la concertación de créditos, sólo para su utilización en inversiones que aseguren un aceptable reembolso posterior.
d) Erradicación del desempleo y la desocupación mediante la puesta en ejecución coordinada de planes de desarrollo, que utilicen el máximo de mano de obra nacional, con el mínimo de incidencia en la deuda externa.
e) Atacar con la mayor decisión y energía los ilícitos de carácter económico y la corrupción donde se encuentre, procurando que la moral privada y pública nuevamente constituya un elemento principal en la personalidad del hombre uruguayo, creando, a los efectos, tribunales especiales para tratar en la materia y dando participación decisiva a los comandos militares en el esclarecimiento de los hechos dada su grave incidencia en los problemas de seguridad interna.
f) Reorganización y racionalización de la administración pública y el sistema impositivo, de modo de transformarlos en verdaderos instrumentos de desarrollo con el mínimo de esfuerzo para el erario público.
g) Redistribución de la tierra buscando la máxima producción por hectárea, mediante regímenes impositivos justos y técnicos, y una tenencia más racional, de manera de asegurar el acceso a la propiedad a quien la trabaje.
h) Creación, fomento y defensa de nuevas fuentes de trabajo, y el desarrollo de la industria en base a las reales posibilidades y necesidades nacionales.
i) Extirpar todas las formas de subversión, que actualmente padece el país, mediante el establecimiento de adecuada legislación para su control y sanción.
j) Designar en los entes autónomos y servicios descentralizados a los hombres más capaces y con mejores aptitudes para el desarrollo de la función que se considere, sin tener en cuenta para ello un criterio de cuotas por partidos o sectores, sino el elevado propósito de asegurar el mejor y más eficiente funcionamiento del servicio público.
k) Asegurar la intervención o la representación de las Fuerzas Armadas en todo organismo o actividad que tenga relación con aspectos concernientes a la seguridad y soberanía nacional.
l) Realizar los mayores esfuerzos, a fin de canalizar la mayor cantidad posible del ingreso nacional fortaleciendo la capacidad productiva de toda la población y aumentando simultáneamente el ahorro. En ese sentido, conscientes de que la distribución del ingreso es de las cuestiones que más estrechamente se encuentran asociadas a la distribución de poder, asegurar paralelamente al aumento del ingreso nacional que se obtenga en cada período, un aumento en la participación de los grupos menos favorecidos, tanto en términos absolutos como relativos.
m) Establecer disposiciones que permitan combatir tan eficazmente como sea posible los monopolios, instrumentando medidas que posibiliten la mayor dispersión de la propiedad y un mayor control público de los medios de producción. Asegurar el interés obrero por impulsar y mejorar la producción, arbitrando soluciones que estimulen la participación de los mismos en la dirección de las empresas, tanto en el sector público como en el privado.
n) Apoyar a través de una política crediticia adecuada aquellos sectores de la economía que se estiman prioritarios, dando preferencia a los medianos y pequeños empresarios y a las cooperativas de producción que deberán gozar de especiales beneficios conferidos por ley para su expansión en todo el país.
o) Vigilar que todos los ciudadanos compartan en forma justa y de acuerdo con sus reales posibilidades económicas, la carga común representada por los gastos del Estado, fiscalizando se recauden sin evasiones tributarias, especialmente los derivados de capitales improductivos.
p) Aceptar una inflación medianamente controlada, en tanto se estudian los cambios que permitan elaborar una táctica acorde con una concepción racional a largo plazo capaz de superar las causas estructurales y profundas, adoptando por ahora medidas de corto plazo que eviten descontentos excesivos y aseguren mantener por lo menos la posición relativa de los distintos grupos en la distribución del ingreso.
6º. Colaborar en alcanzar lo señalado precedentemente mediante el desarrollo de una política de acción conjunta de las Fuerzas Armadas, que se ajuste a los siguientes preceptos:
a) Manteniendo permanentemente total cohesión en las Fuerzas Armadas, vigilar la conducción nacional en procura de los objetivos fijados, gravitando en las decisiones que afectan el desarrollo y la seguridad, mediante el mantenimiento de un estrecho contacto con el Poder Ejecutivo, y la presentación oportuna a través del planteamiento de la posición que las Fuerzas Armadas adopten en cada caso.
b) Manteniendo a las Fuerzas Armadas al margen de los problemas sindicales y estudiantiles salvo que lleguen por su intensidad a poner en peligro la seguridad. Previa anuencia del Poder Ejecutivo, iniciar una política de realizaciones eficaces y concretas, apoyando o tomando a su cargo planes de desarrollo o interés nacional, aprovechando sus capacidades técnico-profesionales.
c) Proceder en todo momento de manera tal de consolidar los ideales democrático-republicanos en el seno de toda la población, como forma de evitar la infiltración y captación de adeptos a las doctrinas y filosofías marxistas-leninistas, incompatibles con nuestro tradicional estilo de vida.
7º. En consecuencia, quien ocupe la cartera de Defensa Nacional en el futuro deberá compartir los principios enunciados, entender que las Fuerzas Armadas no constituyen una simple fuerza de represión o vigilancia, sino que, integrando la sociedad, deben intervenir en la problemática nacional, dentro de la ley y comprometerse a trabajar, conjuntamente con los mandos, con toda decisión, lealtad y empeño, a fin de poder iniciar la reorganización moral y material del país.

miércoles, 19 de junio de 2013

“Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso”*

¿Qué nos está pasando uruguayos? Ya regalamos a las mismas e irresponsables manos dos gobiernos nacionales con mayorías parlamentarias para que hicieran lo que quisieran, hasta le pasaran varias veces por encima a La Constitución y veredictos populares. Pero la culpa no radica en el pueblo; sí en las élites. Estas que han dirigido: la agenda, la discusión y el debate público hacia temas de segundo orden; para postergar indefinidamente el hablar del Uruguay que queremos, el que legaremos a futuras generaciones. Menos hicieron para llegar realmente a acuerdos ampliamente consensuados, pues Democracia no es solo mayorías, sino el respeto por las minorías también.

Entonces, no se habla de la infraestructura que nos hace falta, de inversión en ciencia para el desarrollo de todas las distintas energías renovables, apenas si se coló por accidente el tema del agua contaminada del Santa Lucía que consumen más de millón y medio de personas, de lo necesario y hasta el dónde del puerto de aguas profundas, del Uruguay natural y turístico, de las producciones agropecuarias sustentables. ¿Educación?, tampoco, si de pique desecharon la buena propuesta de multiplicar la exitosa experiencia del Liceo Jubilar por todo nuestro Uruguay (1)

En ese escenario, resultará más fácil que aceptemos sin peros ni contras el día que quieran imponernos definitivamente la destructiva megaminería en nombre de cambiar la estructura productiva –para peor aunque no lo digan- al volverla aun más extractiva de materias primas sin procesar ni valor agregado. Y no es casual que salgan leyes entre gallos y medias noches con nombre y apellido. Tampoco es tema el peligro latente de una: posible, innecesaria, contaminante y carísima Central Nuclear, mientras firman casi en secreto entre cuatro paredes el como se financia su imperceptible avance. 

Es que impusieron el mediático aquí y ahora, ¿y el mañana?, ¡que revienten! Si hoy tenemos mejores números, bueno, muchas veces ni eso. El debate perdió; y ganó el si lo discutes “sos apátrida”. Marchó la razón ante el eslogan fácil y apto para los “poco pensantes” siempre listos para aplaudir cual focas, aunque ni sepan el bien por qué.  Es que hay que sentarse para no caerse del susto al ver algunas propagandas de simuladores de que apelan a tu racionalidad -ja, ja-. ¡Minga!. Manejan cada “argumento” insostenible en menos de tres días, y mire que es insultar al concepto argumento. Los picos más altos e irritantes lo logran las últimas propagandas a favor de la liberalización de la comercialización de marihuana, las a favor y en contra del aborto. El constante apelar a ídolos de barro en vez de formar y dar cuenta de propios argumentos, es la moda. ¡Cuesta mucho trabajo pensar! ¡Elegir! ¡Optar!. ¡Jugársela! ¡Dejá!, mejor hacer como con una pizza y comprarla prefabricada. Copio y pego palabras del Dr. Camaleón aunque él no tenga ni ética ni moral para sostener lo que ya ni se anima a  dejar ver en público prohibiendo el uso de su imagen para no quedar mal con su rebaño. ¿A quién le importa? si parece un gran señor, maquilándose, tapando su oscuro pasado colaboracionista y algún gran intento de disparate con los vecinos hace bien poco (2).  

Ojalá mañana nos levantemos: tu, nosotros, y apostando al trabajo comencemos a cambiar Uruguay. Volvamos a usar argumentos sólidos y comprobables para tirar al piso y derrumbar las toneladas de mentiras que abundan, hasta en boca de los “más ilustrados”. Porque sino, nuestra democracia seguirá perdiendo calidad, ya no motivará a nadie, entrará en riesgo, al ganar la partida los extremos polarizados hablando en términos de “soluciones” y no mejoras. Ellos hoy están ganando la partida discutiendo a gritos, a quien grita más fuerte entre totalitarios Comunistas y Fascistas, -es lo que quieren-, ya que han trabajado duro para imponérnoslo. Pero, aun, aun estamos a tiempo de actuar, de trabajar, trabajar y trabajar para que no vuelva a morir la libertad con un estruendoso o apabullante aplauso; y sembrar para que florezca el diálogo de primavera democrática y republicana, por nosotros, pero mucho más por los que están por venir.      

*si puede vean toda esta película, en especial la escena en El Parlamento, no perderán el tiempo 



Dedico la nota a mi excelentísimo profesor de Ciencia Política Carlos Pareja. Un grande
Por Carlos Mecol – Partido Colorado – Vamos Uruguay – Lista 310 (Flores)