miércoles, 19 de junio de 2013

“Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso”*

¿Qué nos está pasando uruguayos? Ya regalamos a las mismas e irresponsables manos dos gobiernos nacionales con mayorías parlamentarias para que hicieran lo que quisieran, hasta le pasaran varias veces por encima a La Constitución y veredictos populares. Pero la culpa no radica en el pueblo; sí en las élites. Estas que han dirigido: la agenda, la discusión y el debate público hacia temas de segundo orden; para postergar indefinidamente el hablar del Uruguay que queremos, el que legaremos a futuras generaciones. Menos hicieron para llegar realmente a acuerdos ampliamente consensuados, pues Democracia no es solo mayorías, sino el respeto por las minorías también.

Entonces, no se habla de la infraestructura que nos hace falta, de inversión en ciencia para el desarrollo de todas las distintas energías renovables, apenas si se coló por accidente el tema del agua contaminada del Santa Lucía que consumen más de millón y medio de personas, de lo necesario y hasta el dónde del puerto de aguas profundas, del Uruguay natural y turístico, de las producciones agropecuarias sustentables. ¿Educación?, tampoco, si de pique desecharon la buena propuesta de multiplicar la exitosa experiencia del Liceo Jubilar por todo nuestro Uruguay (1)

En ese escenario, resultará más fácil que aceptemos sin peros ni contras el día que quieran imponernos definitivamente la destructiva megaminería en nombre de cambiar la estructura productiva –para peor aunque no lo digan- al volverla aun más extractiva de materias primas sin procesar ni valor agregado. Y no es casual que salgan leyes entre gallos y medias noches con nombre y apellido. Tampoco es tema el peligro latente de una: posible, innecesaria, contaminante y carísima Central Nuclear, mientras firman casi en secreto entre cuatro paredes el como se financia su imperceptible avance. 

Es que impusieron el mediático aquí y ahora, ¿y el mañana?, ¡que revienten! Si hoy tenemos mejores números, bueno, muchas veces ni eso. El debate perdió; y ganó el si lo discutes “sos apátrida”. Marchó la razón ante el eslogan fácil y apto para los “poco pensantes” siempre listos para aplaudir cual focas, aunque ni sepan el bien por qué.  Es que hay que sentarse para no caerse del susto al ver algunas propagandas de simuladores de que apelan a tu racionalidad -ja, ja-. ¡Minga!. Manejan cada “argumento” insostenible en menos de tres días, y mire que es insultar al concepto argumento. Los picos más altos e irritantes lo logran las últimas propagandas a favor de la liberalización de la comercialización de marihuana, las a favor y en contra del aborto. El constante apelar a ídolos de barro en vez de formar y dar cuenta de propios argumentos, es la moda. ¡Cuesta mucho trabajo pensar! ¡Elegir! ¡Optar!. ¡Jugársela! ¡Dejá!, mejor hacer como con una pizza y comprarla prefabricada. Copio y pego palabras del Dr. Camaleón aunque él no tenga ni ética ni moral para sostener lo que ya ni se anima a  dejar ver en público prohibiendo el uso de su imagen para no quedar mal con su rebaño. ¿A quién le importa? si parece un gran señor, maquilándose, tapando su oscuro pasado colaboracionista y algún gran intento de disparate con los vecinos hace bien poco (2).  

Ojalá mañana nos levantemos: tu, nosotros, y apostando al trabajo comencemos a cambiar Uruguay. Volvamos a usar argumentos sólidos y comprobables para tirar al piso y derrumbar las toneladas de mentiras que abundan, hasta en boca de los “más ilustrados”. Porque sino, nuestra democracia seguirá perdiendo calidad, ya no motivará a nadie, entrará en riesgo, al ganar la partida los extremos polarizados hablando en términos de “soluciones” y no mejoras. Ellos hoy están ganando la partida discutiendo a gritos, a quien grita más fuerte entre totalitarios Comunistas y Fascistas, -es lo que quieren-, ya que han trabajado duro para imponérnoslo. Pero, aun, aun estamos a tiempo de actuar, de trabajar, trabajar y trabajar para que no vuelva a morir la libertad con un estruendoso o apabullante aplauso; y sembrar para que florezca el diálogo de primavera democrática y republicana, por nosotros, pero mucho más por los que están por venir.      

*si puede vean toda esta película, en especial la escena en El Parlamento, no perderán el tiempo 



Dedico la nota a mi excelentísimo profesor de Ciencia Política Carlos Pareja. Un grande
Por Carlos Mecol – Partido Colorado – Vamos Uruguay – Lista 310 (Flores)      

No hay comentarios:

Publicar un comentario